Es la interna menos pensada dentro del equipo de gobierno. Uno dejó el Ministerio para hacer campaña como senador en la Provincia, el otro llegó desde esa misma Provincia, con todos “los pergaminos” logrados a partir de su actuación frente a los pesados gremios docentes bonaerenses. Parecía que jugaban para el mismo equipo, pero hoy las circunstancias los encuentran enfrentados, según pudo saber Clarín. Por un lado está Esteban Bullrich, que quiere volver a ser ministro de Educación lo antes posible, por el otro Alejandro Finocchiaro, que se siente muy a gusto en su actual rol y ni piensa en dar un paso al costado.
Lo que hasta ahora era un rumor terminó de materializarse el viernes en un artículo publicado en el portal La Política Online. Allí se consignaba que Finocchiaro “planea dejar el ministerio para pelear La Matanza” antes del primer semestre de este añoy que “Bullrich se anota para volver” a la cartera educativa. Fuentes cercanas a Finocchiaro negaron terminantemente que el ministro planee dejar su puesto. Algunos atribuyeron la publicación a una “torpe operación” del ex ministro Bullrich.
Mientras tanto, en el entorno de Bullrich reconocen que ellos verían con buenos ojos volver al ministerio, a “completar el trabajo que venían haciendo y muchas de las políticas que se iniciaron”. Niegan ser autores de una operación.
“Esteban es un referente en temas de educación en la Argentina, tiene ganas y está en sintonía con todo lo que sucede en el ámbito educativo. Además, mantiene contactos con los colaboradores del ministro, porque son de su riñón: casi todos han sido convocados por él», dijeron a Clarín fuentes cercanas al ex ministro.
Las especulaciones se disparan, en buena medida, debido a la decisión del actual ministro de participar en la pelea por La Matanza, el distrito más grande y estratégico para ganar cualquier elección en la Provincia; y conducido históricamente por el peronismo. Siempre que pudo, Finocchiaro mencionó su aspiración por pelear en las elecciones de 2019 en esa jurisdicción.
Pero ante las versiones que empezaron a correr en los últimos días Finocchiaro fue terminante: “Soy ministro de educación y pienso las 24 horas en cómo mejorar la educación argentina. Colaboro con La Matanza como cualquier otro dirigente de nuestro espacio, como Ritondo, Triaca o Toty Flores. Si dentro de 18 meses, desde el Gobierno me pidiesen que trabaje en la campaña, allí estaré. Pero falta mucho, ahora estoy abocado las 24 horas a la educación”, le dijo el ministro este lunes a Clarín.
Desde el ministerio destacan los proyectos educativos que está impulsando Finocchiaro y que lo diferencia, dicen ellos, de la anterior gestión de Bullrich. Entre los más relevantes citan las becas Progresar –que de una lógica social pasó a tener una lógica educativa- y un proyecto que están preparando para cambiar fuertemente la forma en que se enseña matemáticas en la Argentina, el punto más débil de los aprendizajes de los alumnos de acuerdo a los últimos resultados de las pruebas Aprender.
Otros dos temas en los que dicen tener diferencias con la gestión anterior son la decisión de avanzar en contra de la paritaria nacional y dejar así que las negociaciones con los gremios docentes se hagan en cada provincia; y también el foco respecto a los institutos de formación docente. “Bullrich quería nacionalizarlos y nosotros estamos trabajando con las provincias, para mejorarlos”, dijeron fuentes cercanas al ministro.
Desde el sector de Bullrich insisten en las políticas que quedaron por completar. Y entre ellas, destacan el trabajo relacionado con la formación docente, el plan para crear 3.000 jardines de infantes o el equivalente en salas, la creación del Instituto de Evaluación Educativa y el proyecto de legajo único digital para todos los alumnos del país. Estos dos últimos son proyectos de ley que, por distinto motivo, están detenidos en el Congreso.
En una reciente entrevista con Clarín, Esteban Bullrich habló sobre los institutos de formación docente. “Mi visión es que tenemos demasiados, unos 1500. Yo dejaría muchos de ellos para formación continua pero concentraría la formación inicial en menos institutos”, dijo.
Cerca del entorno de Finocchiaro se quejan que Bullrich se presente en público “como si siguiera siendo ministro”. Cuentan que, incluso, quiso participar del acto de inauguración del inicio de clases en Corrientes junto al ministro y el presidente Macri, pero ceremonial no lo dejó porque no está permitido que participe de él ningún legislador.
Mientras tanto, los últimos indicadores muestran que la deserción en la secundaria ronda el 60% en las escuelas públicas argentinas y un 22% en las privadas; que en los últimos 15 años hubo 10% menos de matriculación en las escuelas primarias públicas y las privadas crecieron en un 23%; que en las evaluaciones internacionales los alumnos argentinos están “estancados” y en las nacionales muestran resultados críticos.