Con Pepe a la cabeza, el BCRA vuelve a recibir al sector inmobiliario

Cuentan que Armando Pepe, un veterano del negocio inmobiliario, logró convencer en pocos segundos al jefe del Banco Central de desistir de los cedines o cualquier bono parecido que podría llegar a utilizarse en las operaciones de compra-venta en reemplazo del dólar billete. “Eso no sirve”, le disparó en una reunión la semana pasada. Según testigos de ese encuentro, Guido Sandleris anotó en un cuaderno las ideas que surgieron e invitó a realizar una propuesta formal.

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Hoy Sandleris vuelve a recibirlos: le llevan una alternativa “sencilla”, adoptada por unanimidad entre todos los actores, desde los corredores inmobiliarios a desarrolladores y constructores. Según anticipó el mismo Pepe a Clarín consiste en que la reserva o la seña de la propiedad pueda concretarse en pesos.

Aquí los otros aspectos:

Que con la presentación del boleto de compra-venta en el banco, la entidad solicite al Banco Central la autorización para que el comprador pueda convertir sus pesos en dólares. Ese trámite no debería demorar más de 72 horas. El boleto definitivo se firma luego e implica el 30% del precio final.

Que con la presentación de la escritura al banco, la entidad obtenga la aprobación a lo sumo a las 72 horas por parte del Central para que el comprador puede hacerse de los dólares y concretar la compra definitiva.
En lo que será una operatoria que para los corredores inmobiliarios llegó para quedarse, también se están realizando gestiones ante la AFIP y el ministerio de Economía. En ambos casos el pedido es que las transferencias, que actualmente demoran 24 horas entre una cuenta de un titular de un banco hacia otra entidad con otro titular, sean inmediatas. Caso contrario, la escritura contempla un paso más, dado que debe aclarar que se firma sin que se haya concretado el ingreso del dinero. Luego debe labrarse la llamada escritura de cancelación, una vez ingresado el dinero a la cuenta del vendedor.

De acuerdo con Pepe, este fin de semana hubo un renacer de consultas dirigidas a las obras que se construyen desde el pozo bajo la modalidad en pesos y ajustadas por el índice de la cámara de la construcción. No es poco para una actividad en caída libre. En los primeros seis meses del año las escrituras se derrumbaron 54%. A eso se agregan los daños colaterales de la crisis. Un 37% de los departamentos en la Ciudad adeuda expensas. Eso sí, cuando se pregunta por el cierre de las inmobiliarias, Pepe asegura que las bajas no han sido proporcionales. Si se considera a los corredores matriculados en el año se dieron de baja 45 sobre un universo de 6.500 en actividad.