Es el precandidato a gobernador bonaerense de Patricia Bullrich, pero no es un “halcón” dispuesto a romper códigos de convivencia para ganar las elecciones. Por eso Néstor Grindetti destaca el gesto de su adversario en el PRO, el larretista Diego Santilli, de haberlo llamado para felicitarlo y dice que habrá juego limpio: “Va a ser una campaña donde vamos a discutir ideas”, asegura.
Intendente de Lanús en uso de licencia y vicepresidente del Club Independiente, el dirigente del PRO se enteró este jueves a la tarde de que era el elegido por la ex ministra de Seguridad y afirma que sumará a la campaña y, en caso de ganar, al gobierno a Joaquín de la Torre, Javier Iguacel y Cristian Ritondo, los otros tres candidatos bullrichistas para suceder al kirchnerista Axel Kicillof.
Alineado con Mauricio Macri, Grindetti pasó de ser jefe de campaña de Santilli en 2021 a su rival dentro del PRO en las PASO del 13 de agosto. Y de haber estado cerca de Horacio Rodríguez Larreta a convertirse en uno de sus más firmes críticos. Aun así, mantiene buena relación con los dos.
Ante Infobae, el precandidato destacó que Bullrich y Rodríguez Larreta tienen “diferencias de estilos, no de valores”, y dejó en evidencia cuál será uno de los ejes de campaña para competir contra Santilli: “Para el Ejecutivo hay que tener mucha experiencia y hay que ser bonaerense”.
— ¿Cómo tomó la decisión de Bullrich de haberlo elegido?
— La tomo con alegría porque nos venimos preparando para esto hace mucho tiempo con todo el equipo. Me pone muy contento que me haya elegido, pero me pone todavía más contento que los otros 3 precandidatos estén en el equipo y hayan ratificado que se quedan. Vamos a trabajar juntos.
— ¿Por qué cree que Bullrich lo prefirió a usted?
— No me lo explicitó. En lo que quedamos, y supongo que algo de eso tiene que ver, es que sigamos trabajando en un plan de gobierno concreto, que realmente nos acerquemos a la gente, que pongamos mucho de gestión y ya sabe que el estado de la provincia de Buenos Aires hay que darlo vuelta como una media y ella me pidió justamente que trabajemos en eso. En su decisión creo que primó la experiencia en su momento como ministro de la Ciudad de Buenos Aires y después estos 8 años en la intendencia de Lanús, que me permitieron una experiencia interesante en la provincia.
— ¿Ritondo, De la Torre e Iguacel se suman a la campaña y luego a su gobierno?
— Vamos a hablar con los tres, pero si ellos quieren tendrán un lugar conmigo. Me gustaría más que fuera en la campaña y en el gobierno, e inclusive no sólo ellos sino también parte de sus equipos, que son muy buenos y con los que ya veníamos trabajando juntos.
— ¿En su designación tuvo que ver Mauricio Macri?
— No, no, no. Mauricio me llamó para felicitarme, para decirme que estaba contento de que me haya tocado, pero nunca hice lo que típicamente se llama una “operación” política para que esto sucediera. Sí hablé de mis antecedentes, pero siempre lo hice con Patricia.
— ¿Bullrich no recibió una sugerencia por parte de Macri para tomar una decisión?
— Respecto de la incidencia de Mauricio en el armado del gobierno, puedo dar mil ejemplos: cuando fui ministro en la ciudad, le presenté mi equipo y él me dijo: “Pero son muy jóvenes”. Le respondí: “Pero son los míos y les tengo confianza”. “Bueno, andá para adelante. En definitiva, es tu problema, vos tenés objetivos, cumplilos. Lo único que te voy a pedir es el cumplimiento de los objetivo”, me contestó. Así conduce Mauricio.
— ¿Ya hablaron con Bullrich sobre su compañero de fórmula?
— No lo hablamos en detalle, pero coincidimos que en una alianza hay que ser abiertos y generosos. Vamos a hablar con referentes internos nuestros y también con los socios y veremos quién será.
— ¿Pero sería un dirigente radical?
— No tengo ningún problema en que sean los radicales. También está la Coalición Cívica y tenemos muchos referentes internos que podrían acompañarme. Hay que ver quién coincide con los planes de gobierno, por lo menos las directrices, para acompañarme después en el Senado con las leyes porque hay mucho para hacer en el Estado que nosotros queremos. Hay que pensar mucho en la complementariedad y tener la cabeza abierta para ser generosos y ampliar todo lo que podamos.
— Usted fue el jefe de campaña de Santilli en 2021 y ahora lo enfrentará en las PASO. ¿Le hace ruido?
— No, con Diego nos conocemos mucho, desde hace muchos años. Fui jefe de campaña de él y me pareció bien que fuera candidato a diputado. De hecho, ganamos (las elecciones) entre todos. Pero para el Ejecutivo hay que tener mucha experiencia y hay que ser bonaerense. Es importante. Por eso nos entendemos tan bien con Cristian (Ritondo), (Javier) Iguacel y (Joaquín) De la Torre. Con esto no lo estoy calificando a El Colo ni para bien ni para mal.
—¿Es cierto que lo llamó Santilli para felicitarlo?
— Sí, me llamó para felicitarme y se lo agradecí mucho. Convinimos en que, como gente de buena leche, esta va a ser una campaña en la que vamos a discutir ideas.
— ¿No imagina una campaña sucia?
— No, mi relación con Diego (Santilli), con Horacio (Rodríguez Larreta) y con todo su espacio hace que yo no avizore un problema de ese tipo.
— ¿Está dispuesto a una foto con Santilli para descomprimir las tensiones?
— Sí, en algún momento puede haber foto. Pensamos distinto y tenemos perfiles y experiencias distintas, aunque eso no quiere decir que no nos saquemos una foto. Vamos a competir, pero dentro de determinado rango de competencia.
— ¿El hecho de que haya competencia en las PASO no implica una ventaja para Kicillof?
— No, creo que después de nuestra experiencia de 2021, cuando el PRO compitió contra el radicalismo se fortalece (el espacio) en unas PASO bien hechas, bien organizadas, con una campaña donde el que pierde se integra, ni siquiera el que gana el otro acompaña. Los reglamentos de la alianza permiten a las minorías integrarse con determinados porcentajes. Puede parecer en una primera instancia una división, pero eso rápidamente va a converger a un acuerdo.
Fuente: Infobae