Juan Schiaretti: “Sergio Massa ya fracasó, es momento de una coalición”

Otro al que cuesta sacarle un título. Juan Schiaretti es cordobés pero no hace uso de aquella habilidad que la cultura local les hereda a quienes nacen en aquella hermosa provincia mediterránea: esa ignota capacidad de “jugar al fleje” en cada frase sin perder el respeto ni la elegancia. Schiaretti ostenta sobriedad y un halo de misterio en iguales proporciones.

Decidido a ser “el siguiente” en una lista compuesta por Santiago Derqui, Miguel Juárez Celman, José Figueroa Alcorta, Arturo Illia y Fernando De la Rúa: los cinco presidentes que Córdoba le ofreció a la Argentina. Tres de ellos -Juárez Celman, Figueroa Alcorta e Illia- como Schieretti, también fueron gobernadores provinciales.

“El Gringo” quiere seguir ese legado histórico que otros, como Eduardo Angeloz o José Manuel De la Sota, no han logrado.

Tiene 73 años. Es hijo de un ama de casa y de un empleado ferroviario perseguido por la Revolución Libertadora de 1955 a raíz de su militancia peronista. Hijo también de la educación pública de su provincia, se recibió de contador público en la histórica Universidad Nacional de Córdoba.

Militante de la Juventud Peronista, amenazado por la Triple A, en 1975 tuvo que abandonar Córdoba para radicarse en Neuquén. Luego, la Dictadura lo forzó al exilio en Brasil donde desarrolló un exitoso ascenso profesional que lo llevó hasta la vicedirección de Fiat SA.

La democracia lo trajo de nuevo a la Argentina. Y Menem lo trajo de nuevo a la política de primera línea, de donde nunca más se fue. En 2003 se convirtió en vicegobernador de Córdoba, acompañando en la fórmula a quien luego se convertiría en su socio político de alternancia en el poder provincial: José Manuel de la Sota. Fue gobernador en 2007, cargo al que volvió en 2015 y que conservará hasta diciembre de este año.

Quiere correr la carrera a la presidencia por el carril del medio en un país cuya pista pareciera estar inclinada hacia los costados. Así comienza la conversación…

– Bueno Juan, gran desafío el suyo de querer ser presidente de un país polarizado con una campaña antigrieta…

– Es que el país no va a dejar atrás la decadencia si no supera la grieta. Yo soy el candidato a presidente que expresa la producción, el trabajo y el tener un país normal. Mientras los polos de la grieta sean los que determinen de qué se habla políticamente en Argentina va a continuar este empate de debilidades y no va a poder gobernar bien quien gane las elecciones.

– Vamos a un asado de amigos… Me imagino que tendrá amigos que son empleadores, empleados, dirigentes, políticos, del público privado, etcétera. Piense en ellos. ¿Usted de verdad siente que hay una demanda anti grieta en la Argentina?

– La gente está harta de la grieta y está harta de la política. Porque la grieta hace que la dirigencia política se pelee como perro y gato y se olvide de la gente. Hay grieta dentro del Frente de Todos y grieta dentro de Juntos por el Cambio. Y ninguno está hablando de los problemas de la gente. Entonces, la gente está harta de las dos cosas: de la grieta y también está cansada de los políticos que están en su mundo. La petición pública, es que los políticos dejen de pelearse y que se ocupen de los temas de la gente.

– Lo que suelen decir los que militan la grieta, es que los antigrieta son tibios…

– Los que están en la grieta son aquellos que, expresando polarizaciones extremas, llevaron al país a tener un empate de debilidad y son incapaces de resolver los graves problemas que tiene Argentina. La firmeza no se demuestra agrietando, la firmeza se demuestra actuando.

– Salir de la grieta… ¿es con todos?

– Es con los que no sean los extremos de la grieta. Nosotros en este espacio que estamos construyendo junto a Juan Manuel Urtubey, Florencio Randazzo y otros dirigentes del Partido Socialista, de la Democracia Cristiana, vamos a tener unas PASO antes. Pero estamos dispuestos a competir con aquellos otros dirigentes que estén fuera de la grieta, que rechacen la grieta, con los cuales podamos acordar un programa de gobierno y hacer una coalición. A la Argentina no la saca solamente un partido. La saca una coalición de partidos con un programa específico para superar las dificultades del país, que debe hacerse antes de que haya elecciones. Como hicieron países hermanos. Lo hicieron en Uruguay y lo hicieron en Chile.

– Es inevitable pensar en la idea de “la ancha avenida del medio” de Sergio Massa en 2013 que luego en 2015 que no tuvo éxito… ¿Por qué cree que ahora esta bandera puede ser exitosa?

– Primero, el Frente Renovador es parte del kirchnerismo, forma parte del cuarto gobierno kirchnerista, esto para dejarlo en claro. Segundo, las condiciones argentinas son diferentes. La crisis se ha agudizado, apareció la maldita grieta que la trajo el kirchnerismo hace diez años y Cambiemos entró en esa grieta y aumentó la velocidad de la crisis. La decadencia argentina exige sí o sí que haya un programa que trascienda un partido político para poder sacar el país adelante. Exige sí o sí que se respete la institución y exige un gobierno de coalición. Esas son las diferencias en relación al 2015 y al 2019.

– No puedo evitar pensar en aquella famosa foto suya con Urtubey, Massa y Pichetto que no fue para ningún lado…

– Todos sabían que yo, habiendo sido elegido en Córdoba por el mayor porcentaje de la historia de la provincia, no podía decirles a los cordobeses: “Muchachos gracias que me votaron, pero me voy a tentar suerte nacionalmente”. Yo no podía ser candidato a presidente. Planteé claramente que había que seguir con esa fuerza. Por qué no se pudo plasmar y por qué uno fue por un lado y otro para el otro, lo tienen que explicar ellos. Yo no debo explicarlo.

– Usted se lleva muy bien con Mauricio Macri…

– Tengo una relación desde hace tiempo, de cuando él no militaba en política.

– ¿Macri es parte de la grieta?

– Macri veo que está tomando posiciones similares a la de Milei y a la de Patricia Bullrich, que son los que están expresando la grieta dentro de Cambiemos.

– Salir de la grieta… ¿es con todos?

– Es con los que no sean los extremos de la grieta. Nosotros en este espacio que estamos construyendo junto a Juan Manuel Urtubey, Florencio Randazzo y otros dirigentes del Partido Socialista, de la Democracia Cristiana, vamos a tener unas PASO antes. Pero estamos dispuestos a competir con aquellos otros dirigentes que estén fuera de la grieta, que rechacen la grieta, con los cuales podamos acordar un programa de gobierno y hacer una coalición. A la Argentina no la saca solamente un partido. La saca una coalición de partidos con un programa específico para superar las dificultades del país, que debe hacerse antes de que haya elecciones. Como hicieron países hermanos. Lo hicieron en Uruguay y lo hicieron en Chile.

– Es inevitable pensar en la idea de “la ancha avenida del medio” de Sergio Massa en 2013 que luego en 2015 que no tuvo éxito… ¿Por qué cree que ahora esta bandera puede ser exitosa?

– Primero, el Frente Renovador es parte del kirchnerismo, forma parte del cuarto gobierno kirchnerista, esto para dejarlo en claro. Segundo, las condiciones argentinas son diferentes. La crisis se ha agudizado, apareció la maldita grieta que la trajo el kirchnerismo hace diez años y Cambiemos entró en esa grieta y aumentó la velocidad de la crisis. La decadencia argentina exige sí o sí que haya un programa que trascienda un partido político para poder sacar el país adelante. Exige sí o sí que se respete la institución y exige un gobierno de coalición. Esas son las diferencias en relación al 2015 y al 2019.

– No puedo evitar pensar en aquella famosa foto suya con Urtubey, Massa y Pichetto que no fue para ningún lado…

– Todos sabían que yo, habiendo sido elegido en Córdoba por el mayor porcentaje de la historia de la provincia, no podía decirles a los cordobeses: “Muchachos gracias que me votaron, pero me voy a tentar suerte nacionalmente”. Yo no podía ser candidato a presidente. Planteé claramente que había que seguir con esa fuerza. Por qué no se pudo plasmar y por qué uno fue por un lado y otro para el otro, lo tienen que explicar ellos. Yo no debo explicarlo.

– Usted se lleva muy bien con Mauricio Macri…

– Tengo una relación desde hace tiempo, de cuando él no militaba en política.

– ¿Macri es parte de la grieta?

– Macri veo que está tomando posiciones similares a la de Milei y a la de Patricia Bullrich, que son los que están expresando la grieta dentro de Cambiemos.

 

Fuente: Entrevista de Gonzalo Aziz en www.tn.com.ar